Sylvia y Ted















Hoy el polen es más
pesado, puedo 
respirarlo, 
me esfuerzo,
como me esfuerzo 
en escribirte 
sin pensarte,
sin negarme,
sin olvidarte.

Llevo el pañuelo  
que me regalaste 
el primer día de 
primavera,
y es cierto que
yo no soy Sylvia
y tú no eres Ted,
pero somos 
voces
que se sientan
juntas
en una tarde
roja,
con una mano
cómplice.

Comentarios

  1. Siempre habrá algo cómplice en nuestras vidas...

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  2. Tú siempre serás mi flor en la solapa, yo siempre seré el foulard que abriga tu cuello... Aunque tú no seas Sylvia... Aunque yo no sea Ted :*

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