Resaca
La resaca no se cura:
se transforma.
Esta resaca
se convierte
L E N T A M E N T E
en partida de cartas
con el tiempo y sin faroles,
en pulso a mano atada
a la espalda y sin trampas.
Esta resaca
crece,
se reproduce
y muerde en los ojos,
L E N T A M E N T E
sin aviso previo
y con alevosía.
La resaca te susurra:
ya te lo dije.
Ya te lo dije...movimiento en retroceso de las olas después que han llegado a la orilla...
ResponderEliminarSiempre estamos en la orilla...siempre.
La resaca, esa señora que nos pone en nuestro sitio tras un ramalazo de locura y besar la puerta de nuestros límites
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