Desde los tejados
Desde tu tejado
ves el viejo mundo
unas veces oscuro,
otras iluminado.
Desde tu terraza
a salvo del viento,
del sol resguardado,
controlas un futuro
sin inversiones de riesgo,
te aferras a un pasado
insulso y desnatado.
Desde tu azotea
comentas los diarios,
arengas a las masas,
defiendes tu ideario.
Desde tu estrado
repites un discurso
que tú no has diseñado,
te crees unas palabras
lavadas en caliente,
colgadas del tendal
más viejo del tejado.
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