El caramelo
El caramelo
le devolvió la niñez.
Su mano,
pequeña y gastada,
se abrió como la boca
del perro callejero.
Sus labios deslizaron un
thank you, ma'am
y la voz del sur
resonó en el pasillo,
agradecida,
dispuesta a recibir
el caramelo.
Buenos días Lola, delicioso caramelo para empezar el día. Un abrazo.
ResponderEliminarDe sur a sur
ResponderEliminarse espera
el regalo,
de la seño
al alumno,
complicidad
entre manos...