Mi mitad
Mi mitad
se construye
a trozos de verdad.
¡Qué nadie le haga daño!
Que guardo los abrazos, los paseos, los deseos
en conserva, en nevera, en hielo de gasolinera.
Que tengo su sonrisa como fondo de pantalla,
que uso su voz, que toco su cara,
que sin él todo esto no es nada.
La verdad es mercancía rara,
ResponderEliminaren una era despreciable,
que si la sacas a luz
te parten la cara...
Y, sin embargo, compensa:
cuando todo falla,
ella te agarra,
te sostiene,
te alza de las solapas,
te pone de nuevo en camino,
siguiendo la vereda
que habrá de llevarte,
de nuevo,
a casa...