Albany
Suenan Belle & Sebastian mientras cruzamos Georgia. La carreteras secundarias son un escaparate de campos de algodón, pueblos con iglesia y cementerio, y árboles contentos de que haga sol.
Es el comienzo de las vacaciones, esas que parecía que no llegaban y ayer por fin pegaron a la puerta con una botella de Boudreaux bajo el brazo. Es la vuelta temporal de los días cálidos y los paseos frente al mar.
Poco importa lo dejado atrás ahora. Albany nos pone la alfombra roja y la vamos a devorar, como si fuera un plato de patatas bravas.
¡Salud!
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