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Esta silla
Esta misma silla,
del color de los árboles
-talados-,
atesora tantas dudas
y lápices caídos,
tantas horas de
rumores,
tantas frases
incompletas.
Esta silla me mira,
desde una distancia
prudente,
esperando que cierre
la puerta, que apague
la luz,
para dejar de ser silla.
La silla que por arte de magia dejará de ser silla y ya no te mirará, sólo un recuerdo tuyo tendrá...
ResponderEliminarYo necesitaba dejar de mirarla más que ella...
EliminarLas cosas que dejan de existir cuando no las percibes, es tan de Berkeley... :-)
ResponderEliminarA veces tan necesario.
EliminarSchorodinger
ResponderEliminarMuy buen poema
Gracias;))
EliminarLa segunda fila... la segunda fila es un lugar seguro... :-)
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