La espera













Cruza las piernas,
se sienta en silla de madera
a observar el horizonte,
movible y caprichoso.

Dice el horizonte:
-susurrando-
no tengas prisa,
llegaré.

Pero la paciencia es
finita, como los sueños
agarrados al pelo,
con miedo a resbalar
y caerse.


Comentarios

  1. No tengas prisas, llegará, como tu poema impecable llegó.
    Gracias

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    1. Es difícil no tener prisa cuando las ganas persisten, pero se intenta:)

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  2. La paciencia es finita, pero reconstruible tras la exacerbación de todos los malignos dolores

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    1. Eso creo yo, aunque el estado dede creer que se te acaba puede ser angustioso...

      Gracias por comentar:)

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  3. Tenemos la vista cansada de buscar los brotes de futuro, pero la era está pariendo un corazón, ya tú sabes... ;-)

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