Reposar
A veces quiero dejar reposar las palabras,
-como dejo reposar el arroz durante cinco minutos-
pero no encuentro el paño para taparlas
y escapan veloces buscando un oído amable.
No seáis crueles, tened cuidado con ellas,
pues se pueden asustar y huir sin mirar atrás,
y el arroz está esperando en la mesa.
Hay que tenerlas siempre a punto, por si viene a comer a casa "gente de postín" ;-)
ResponderEliminarÑam!
EliminarEsas que revolotean y se posan sin hacer ruido, pero amadas al que las recibe.
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