En la carretera
En la carretera, los hay que ponen el intermitente al entrar en una rotonda y olvidan ponerlo al salir, los hay que te adelantan para ponerse delante e ir más despacio; también existen aquellos que nunca señalizan sus maniobras, o los que se pegan detrás de ti sin respetar la distancia de seguridad.
Pero no podemos olvidar a esos que te adelantan por la derecha, incluso son unos cuantos los que van muy por encima del límite permitido de velocidad; imposible ignorar a los que paran su coche frente a un comercio teniendo plaza de aparcamiento a unos metros.
Pero no podemos olvidar a esos que te adelantan por la derecha, incluso son unos cuantos los que van muy por encima del límite permitido de velocidad; imposible ignorar a los que paran su coche frente a un comercio teniendo plaza de aparcamiento a unos metros.
En la carretera, como en el camino, pasamos de largo, aparcamos dando golpes, tiramos colillas por la ventana, pensamos que vamos solos y nuestras acciones no afectan a nadie, no nos ponemos el cinturón de seguridad.
En la carretera, en el camino, en la vida.
En la carretera, en el camino, en la vida.
Para cada fallo, una excusa: es sólo un minuto, voy con prisa, todos lo hacen, tengo un mal día... Para el pack completo, te sacan (sin sonrojo) el parapeto perfecto: es que la gente es lo peor, es tal, o cual.
ResponderEliminarLa gente somos todos, pazguato, ególatra, descabezado y soberbio mentecato.
Hay que sacar a los bichos de la gente, como hacían las viejas a la lumbre con las lentejas...