La soledad del corredor














No es tan solitaria,
le acompañan músculos
pesados, acompasados,
válvulas que empujan
a un corazón valiente;
superando, concentrado,
cabalga, cabalga,
cabalga en el asfalto,
con el sol a la espalda
y un millón de pensamientos.

No estás solo, 
te arropan los kilómetros,
exigentes compañeros,
no estás solo,
no lo olvides,
te ayuda una mente que consigue
que la meta quede cerca,
que el calor te abrigue. 

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