Don Francisco
Don Francisco
-quiere que le llamen
Paco-
traía una guitarra
a cuestas
y un puñado de canciones
que malcantábamos.
Él sólo quería enseñarnos
que la vida que se bebe
a sorbitos sabe mejor,
que el patio era un
lugar amable bajo
el sol de invierno,
que su voz era el faro
de nuestros sueños.
Que nada sonaba mejor
que la voz del maestro.
Words don't come easy to me.
Llámame Paco, que Francisco, suena a otro...
ResponderEliminarPaco es (y era) el director y maestro de mi colegio. Ahora fiel lector de mis poemas. Un maestro ejemplar.
EliminarQué tendrá la infancia que, salvo el paréntesis de la adolescencia, nos tiene toda la vida acordándonos de ella...
ResponderEliminarLa infancia suele tener rincones cómodos, cálidos, únicos.
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