El principito
Soñaba el principito
con reinar algún día
un país
en el que sus ciudadanos
le quisieran tanto
que le pagasen el forfait,
las cenas en restaurantes,
los viajes al extranjero.
Soñaba el pequeño
príncipe
en almohada de seda,
en cama sin guisante,
con tanta suerte que
-al despertar-
su sueño se había hecho
realidad,
para él
y para todos sus
súbditos,
felices de ser
partícipes de un
crowfounding involuntario,
inmóviles,
esclavos
del pasado.
El príncipe es bueno. El príncipe es bueno. El príncipe es bueno. El príncipe es bueno...
ResponderEliminarRepública YA.
EliminarEl sueño tiene que ser republicano, pero ya...
ResponderEliminarSí, señor, Ya y muy republicano!
EliminarQue principito particular
ResponderEliminarTotalmente imaginario...;)
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